jueves, 14 de febrero de 2008

Ayudas económicas: manipulación de los pobres

Josep Miró i Ardèvol (Transcribimos noticia de Forum Libertas)
Zapatero ha anunciado en Toledo, en el marco de una iglesia desacralizada, y como un gran planteamiento, lo que llama “ayudas a la familia”.
Vale la pena subrayar que los medios de comunicación críticos con el gobierno han aducido poco más que el carácter electoralista de la oferta, como si el periodo electoral no estuviera dirigido precisamente a esto, a presentar nuevas mejoras. No es este el problema, sino la naturaleza de las ayudas en sus términos reales y la manipulación que de ellas se hace. Una verdadera manipulación de la pobreza.
Vayamos por partes. Las ayudas que ha definido Zapatero, 500 euros al año por hijo hasta los 3 años, y a partir de esta edad 300 hasta los 18, a cargo de la Seguridad Social, ya existen.
Hay que decir que en realidad más que ayudas familiares forman parte del paquete que con propiedad ha de definirse de asistencia social. Es decir, ayudas a las familias con carencias económicas.
Lo que ahora ha hecho Zapatero ha sido elevar el listón de la renta que percibe el hogar para poder ser receptor de la ayuda social. Ahora los hogares con hijos que no alcancen la dimensión de familia numerosa, por consiguiente con uno o dos, y que no lleguen a los 15.000 euros de ingresos familiares al año, podrán acceder a aquellas ayudas ya existentes. Y si la familia es numerosa, tres o más hijos, el nivel de acceso, por lo que se refiere a la renta, será superior, menos de 20.000 euros.
¿Qué significa esto en realidad? Pues que estas ayudas están dirigidas a familias que se encuentran en situación de pobreza relativa o muy próxima a ella.
La pobreza relativa está definida en la Unión Europea como aquellas unidades de consumo (hogares, para entendernos) que reciben menos del 60% de la mediana (que no es lo mismo que la media de los hogares). La mediana es aquel valor que si ordenamos todas las familias una detrás de otra, de mayor a menor, corresponde a aquella que se encuentra en el punto medio.
Para el 2008 el nivel de pobreza relativa de un matrimonio con un hijo, se sitúa cerca de los 13.000 euros, y si tiene dos, prácticamente casi 15.000, es decir, como apuntábamos antes, en torno al límite que Zapatero sitúa la prestación. Esto es referido al conjunto de España, porque evidentemente si lo aplicamos a las comunidades de mayores ingresos –y también de mayor coste de vida- la cosa resulta peor, dado que el umbral de la pobreza está por encima del límite que ha marcado Zapatero. En otras palabras, en Madrid, Barcelona, País Vasco, habrá familias que siendo pobres en estos términos no podrán ni tan siquiera acceder a esta ayuda.
Para la familia numerosa sucede algo parecido. En definitiva, Zapatero no ayuda a la familia, sino a aquellas que se encuentran en situación de pobreza. De ahí que se trate de una acción de asistencia social y en ningún caso pueda calificarse de política familiar, tal y como se entiende en Europa.
Por otra parte no es un hecho menor la escasa cuantía de las ayudas. Que una familia, en el umbral de la pobreza, con un hijo de 4, de 7 o de 10 años reciba como ayuda 25 euros al mes es evidente que no resuelve prácticamente nada. Solo sirve para hacerse la foto y salir en portada en una campaña electoral.
Que esta sea la actitud de un partido que se llama socialista debería ser motivo de escándalo, sobre todo para los que apoyan al socialismo en España.

jueves, 7 de febrero de 2008

Malos momentos para el cheque escolar en España

En España estamos ya en campaña electoral y los mayores partidos han hablado recientemente sobre el cheque escolar: lamentablemente, hemos perdido una estupenda ocasión. La ministra Cabrera ha sostenido recientementemente que en España la libertad de elección de los centros educativos por parte de los padres está ya garantizada por el actual sistema. Qué mejor manera de ayudar a los padres a decidir que darles los recursos económicos directamente a ellos para que ejerciten este derecho. El sistema actual ayuda a los centros; no a los padres. Pero más penoso resulta ver cómo el centro-derecha tampoco aprovecha este momento para adelantar a la izquierda. Vean si no esta noticia que transcribimos de este periódico digital: http://www.hispanidad.com/noticia.aspx?ID=21014. Menos mal que el Ayuntamiento de Valencia está procediendo decididamente por la implantación de este sistema para el curso 2008-09, como puede leerse en http://www.panorama-actual.es/noticias/not246356.htm


El PP renuncia al cheque escolar
La Conferencia sobre Educación clausurada por Mariano Rajoy volvió a obviar a los padres y se centró en la educación en Cataluña y en la necesidad de aprender idioma inglés. Educación para la Ciudadanía no será “asignatura específica”, pero se mantendrá el mismo sistema de financiación: escuela pública y conciertos. Es lo que Manuel Fraga califica como centro-reformista, aunque para Zapatero es ultraderecha

Es lo que Manuel Fraga Iribarne, que repetirá como senador, calificaría como centro-reformismo: la Conferencia sobre Educación del Partido Popular clausurada el domingo en Madrid (http://www.hispanidad.com/noticia_ep.aspx?ID=20080120143941), habló de la necesidad de que los niños españoles aprendan idiomas y de que puedan estudiar en idioma español en Cataluña pero sobre ella planeó, como un fantasma, el gran ausente de la noche: el cheque escolar. Ni tan siquiera se planteó como objeto de debate. De esta forma, los padres, sujetos del derecho de la libertad de enseñanza, quedaban al margen, una vez más, del programa pepero para las elecciones del día 9. Todo queda igual: el PSOE apuesta porque la educación la controlen el Gobierno y los funcionarios y sindicatos; el Partido Popular, porque la controlen los empresarios.

Rajoy habló contra Educación para la Ciudadanía, que dijo no sería “asignatura específica”, sino integrada en otras disciplinas. No obstante, en el mejor espíritu centro-reformista, Rajoy ha planteado, una vez más, la cuestión territorial: en pocas palabras, sin citar a Cataluña, su intervención estuvo marcada por su empeño en que los escolares catalanes puedan estudiar en castellano y en la necesidad de que todos los niños aprendan idiomas.

Eso sí, ni una palabra sobre el cheque, o bono, escolar, que permitiría a los padres elegir el colegio que desearan para sus hijos y, además, la posibilidad de decidir con su asignación el tipo de colegios que desea la mayoría de los españoles, su ideario, el idioma en el que se tramita... y todo lo demás.

Con esta actitud, el Partido Popular no se va a librar de la estrategia de los socialistas, para quien todo en el PP es signo de ultraderechismo y de viraje hacia la derecha reaccionaria, desde el fichaje de Pizarro o la exclusión del alcalde Gallardón de las listas, hasta la enseñanza en las lenguas co-oficiales: catalán, gallego y vasco.

Y es que, una vez más, el PP se queda a mitad de camino, y, en lugar de plantear alternativas, prefiere dulcificar las alternativas del PSOE.